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domingo, 27 de octubre de 2013

Pretérito Perfecto.



No se si es tu forma de ser, la forma en la que me miras, y no dices nada.
Como encajas tus manos perfectamente con las mías, o como me tranquiliza tu voz.
No se si son tus ojos, tan verdes, que pueden hacerme sentir tan mal y tan bien en un parpadeo.
Quizás no sea tu manera tan básica de decir las cosas, quizá no sea tu filtro al hablar y la forma en que guardas silencio cuando quieres gritar.
Y volvemos una vez más a la anáfora del verbo ser, porque aunque parezcamos inmóviles y estancados, siempre estamos entre ser o no ser. Tal vez solos pero jamas sueltos, tal vez callados pero nunca quietos, tal vez tan ignorantes pero quien sabe cuanto guarda un corazón roto?.
Tuve un amor, pretérito perfecto del cual Agosto se encargo de que así sea muy bien.
Tuve a alguien que me quería, y a quien mas que nada, yo quería, alguien que lloro por mi, y alguien por quien llorar, alguien que rellenaba los días sin importar nada, un amor del cual soy el comprobante de que eso bien sabia llamarse así. Parece fácil hablar en pretérito perfecto, pero para mi, no lo es tanto, me gustaría poder hablar tan superadamente como parezco estar, y comerme todas las mentiras que (me) hice creer, pero prefiero escribir, y aquí no aparecen paréntesis, porque escribo, y ni si quiera puedo decir que es para ti, solo escribo, aunque en alguna parte de mi mantengo la esperanza de que lo leas. De todas formas, aunque no sea así, quiero, o mas bien, necesito sentir, que por lo menos seguimos siendo y que nunca dejaremos de ser, pero una vez más, nos encontramos en medio, y ya no estoy tan segura de que no estemos sueltos, quietos ni que seamos y eso
 me aterra.


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