Tómame si quieres.

No sé si fueron las circunstancias, de ganarte mientras estaba perdiendo, ni si tiene algo que ver con el tiempo, que se agota mas con los hechos que con la distancia, no sé si fue culpa de como estábamos parados antes de encontrarnos, o de como caminamos a partir de eso.
Tal vez sea lo que no digo, y lo que tu dices, o simplemente sea que todo cae por su propio peso.
Quizás sea creerte tan poco, y que tu me creas demasiado.
Siempre así, justificando(me).
Yo hablo como puedo, no sé decir lo que siento. Aunque se me hace imposible ignorar algunas cosas, como que me encanta mirarte y que me haces temblar. Que te quiero, y sospecho que, más de lo que sabia.
Pero ya me conoces, me armo de poemas cursis para combatir las noches de insomnio. Y que soy más problema que solución, una mentira de patas cortas. Pero aun así, tómame si quieres puedes.
Y aunque sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay, tengo la firme convicción de que si lo hay, hablando en presente y sin recurrir a los pretéritos que aquí todavía (espero) no tienen lugar.
A pesar de todo, me resigno a dejar(te), y esta vez no por miedo a lo que venga después, sino por que no quiero, y porque así lo siento. Porque no puede ser que estemos aquí para no ser.