Que no me sorprenda noviembre con ganas de ti.

Que no nos llegue noviembre para darnos las buenas noches, de que el numero 19 volvió a ser uno mas en el calendario, y quedarnos con la amarga sensación de que si el tiempo hubiera sido mas amigo, tal vez, las cosas hubieran sido distintas.
Aunque hay cosas que no deben cambiar, porque no se quiere cambiar, como aquella esquina donde nos saludábamos, como esa plaza que vio como el amor en unos adolescentes a medias es una locura, como las siestas en tu cama, como los mensajes de madrugada y como esos ojos, tan verdes, tan tuyos, tan míos.
Tenias ese 'noséque' que me volaba la cabeza, tenias la sinceridad y la dulzura a dos besos de distancia, tenias esas manos que me erizaban la piel, esa risa acompasada con tu carcajada y las lagrimas mas dolorosas del mundo.
Sigo buscando razones en la lista de contactos, sigo siendo testigo de las vidas aceleradas y la ansiedad a plazo fijo. No quiero hablar de ti, pero siempre hablo de lo que me falta. Estoy buscando la manera de explicarte que te espero, que no se como decirle a mis manos que se tienen que aguantar las ganas de no morir en el intento. Que sabina dice que el amor cuando no muere mata, y la verdad, no me queda mucha vida.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.